
El Salmo que lo cambia todo
Introducción Pastoral
Hay palabras que no envejecen. Oraciones que, aunque se pronuncien en distintos idiomas o entre lágrimas, siguen sonando igual de verdaderas. El Salmo 23 es una de ellas.
Por generaciones, este salmo ha consolado corazones en hospitales y cementerios, en trincheras y altares, en desiertos y en templos. Pero su poder no está en la belleza de sus frases, sino en la verdad que revela: el alma humana fue creada para caminar con su Pastor.
En estas doce semanas, recorrerás un viaje espiritual —no de teoría, sino de comunión. Cada verso es una estación donde el Buen Pastor te enseña algo nuevo: a confiar cuando falta, a descansar cuando cansa, a sanar cuando duele, y a esperar cuando todo se oscurece.
El Salmo 23 no es solo una oración para repetir, es una vida para habitar.
Cada línea revela una faceta del carácter de Dios: su ternura, su dirección, su fidelidad y su presencia constante. Y cuando el alma reconoce eso, algo cambia. Ya no camina sola.
Mi oración es que este recorrido despierte en ti una fe más profunda, una paz más estable y un amor más sincero por Aquel que nunca te abandona.
Porque al final, lo que transforma no es el salmo… es el Pastor que camina contigo en cada palabra.
“Jehová es mi Pastor; nada me faltará.”
Y eso —solo eso— lo cambia todo.
Vivamos juntos por las siguientes 12 semanas una jornada que cambiara nuestra vida y renovara nuestra alma.
Tu amigo,
Dr. Oscar Merlo, PhD.
